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viernes, 16 de enero de 2015

Crece preocupación regional por crisis política en Haití

Haití, 15 ene (Xinhua) -- Varios países de la región han empezado a manifestar su inquietud sobre la prolongada crisis política que afecta a Haití, de donde algunos incluso planean retirar a sus tropas asignadas a una misión de la ONU, en función del desarrollo de la actual situación como anunció hoy el gobierno uruguayo.

El mandato de diez de veinte senadores y el de 112 diputados venció oficialmente el lunes y dejó al Parlamento sin funciones y al presidente Michel Martelly en capacidad de gobernar por decreto, pese a un acuerdo anunciado la noche del domingo que buscaba allanar el camino a una solución de la crisis.

Martelly ha mantenido desde entonces reuniones con líderes de organizaciones políticas y con los diez senadores cuyos mandatos se mantienen vigentes, mientras el primer ministro designado Evans Paul ha dicho que la formación de un gobierno de consenso se producirá antes de este fin de semana.

Esta semana, Brasil, que dirige el componente militar de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah), instó al pueblo haitiano a unirse a través de sus instituciones democráticas, en torno al proyecto de consolidación de un país "próspero y democrático".

El gobierno brasileño expresó también su esperanza de que el país halle "rápidamente una fórmula que permita la rápida reanudación de las actividades en favor de la nación, de acuerdo con las reglas de la democracia, en el pleno respeto de la Constitución y dentro de las instituciones creadas en los últimos años por el pueblo haitiano".

Chile, por su parte, expresó en una nota diplomática su preocupación oficial sobre el cese de funciones del Parlamento, y pidió a Haití retomar el camino institucional y las elecciones legislativas y municipales, así como las presidenciales, se realicen en el "tiempo oportuno".

La Cancillería chilena llamó a todos los actores políticos del país "a lograr lo que se necesita para la reconstrucción de las instituciones", al tiempo que reconoció el "papel asumido por el presidente de la República en estas circunstancias, para garantizar la continuidad institucional, la gobernabilidad democrática y el Estado de derecho".

Serias diferencias entre el Ejecutivo y la oposición han retrasado los comicios en los que Haití debía elegir en el 2014 a veinte senadores, 112 diputados, 140 autoridades municipales y 1.140 asambleístas y representantes comunales en todo el país, según un acuerdo suscrito en marzo pasado, pero rechazado por la oposición.

La crisis forzó a mediados de diciembre pasado la renuncia del primer ministro Laurent Lamothe, y llevó al presidente Martelly a nombrar a Florence Duperval Guillame y luego a designar a Evans Paul primer ministro, propuesta que la oposición rechaza.
Este jueves, Uruguay advirtió que la democracia es un requisito indispensable para el mantenimiento de las tropas de ese país en Haití, en referencia a la caducidad del Parlamento haitiano y a la situación en que se encuentra el gobierno haitiano.

El canciller uruguayo, Luis Almagro, dijo que su país está a la espera de la instrumentalización del decreto anunciado por Martelly para convocar a elecciones, lo que garantizaría la continuidad de la institucionalidad democrática en medio de una situación "predictatorial o dictatorial".

Uruguay y otros diez países latinoamericanos forman parte del componente militar de la Minustah, establecida el 1 de junio de 2004 por una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El organismo sucedió a una Fuerza Multinacional Provisional autorizada por el organismo mundial en febrero de ese año, después de la partida al exilio del entonces presidente Jean Bertrand Aristide.

El año pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU ratificó su intención de seguir reduciendo la presencia militar de la misión en Haití hasta 2.370 soldados y 2.601 policías, de los 5.145 efectivos con que contaba para octubre del 2014.

Haití conmemoró esta semana el quinto aniversario del poderoso sismo de 7,3 grados en la escala de Richter que dejó 222.570 muertos y pérdidas materiales por 7.900 millones de dólares.

El terremoto, que afectó principalmente Puerto Príncipe, Léogâne y Jacmel, en el sur y suroeste del país, dejó también millón y medio de damnificados, de los cuales 79.397 personas (21.218 familias) viven aún en alguno de los 105 campamentos que quedan según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) difundido la semana pasada.


La Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió el año pasado que la crisis política empezó a impactar el desempeño económico de Haití, que crecerá menos en el 2014 debido a un menor dinamismo causado, entre otros factores, por la tardanza en la aprobación del presupuesto del 2014, fruto de las diferencias entre el gobierno y el Legislativo.

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